Caminar sobre las aguas no es un milagro, al menos en las sorprendentes calles de Buenos Aires.
Sus moradores desafían a diario las leyes de la Física al pisar sobre la capa de asfalto que oculta más de 10 caudalosos, aunque silenciosos riachuelos.
Arroyos como Medrano, Vega , Maldonado, Radio Antigua o Ugarteche corren caudalosos, entubados y silenciosos bajo la tierra hasta desembocar en el Río de La Plata.
Barrios enteros como Palermo, La Boca o Villa Crespo crecen sin pausa sobre sus riachuelos y sus vecinos repitan a diario el milagro de caminar sobre las aguas.
Por Frank Armas