El Arco Minero del Orinoco acelera la deforestación de las casi 50 mil hectáreas de la selva amazónica del país, según el monitoreo de organizaciones científicas locales e internacionales.

La opacidad oficialista no aporta datos sobre el crimen ecológico, pero se evidencia que la descontrolada explotación por parte del Arco multiplicó la pérdida de bosques en los últimos años.

Con la caída drástica de los precios y la producción de petróleo venezolano desde 2014, el gobierno de Maduro dirigió su atención a los estados ricos en minerales.

Venezuela posee la sexta reserva natural de oro más grande del mundo, con alrededor de 7.000 toneladas.

El “ecocidio” oficial se implementa desde la concesión de licencias para explotar metales como el oro, el diamante y el coltán; una mezcla de columbita y tantalita utilizada en la industria de los celulares.

La explotación abarca un territorio de 112.000 km2, equivalente a multiplicar por 10, la superficie de la isla de Margarita; alrededor del 12% de la superficie total de Venezuela,

El área afecta a monumentos naturales, reservas forestales, un parque nacional amazónico y cuatro territorios indígenas reconocidos.

Aunque la minería en la zona ya existía, la intención regulatoria no hizo disminuyó la actividad. Su impacto fue enorme sobre el medio ambiente y las poblaciones locales.

El plan original de Maduro era otorgar concesiones a compañías mineras extranjeras, que tendrían que formar empresas conjuntas con compañías estatales para explorar el área, pero el resultado fue el aumento exponencial de la minería a pequeña escala.

Sólo en 2018, el Estado compró 9,2 toneladas de oro en el mercado interno, es decir, la cantidad total que compró entre 2011 y 2017.

La devastadora actividad no se compensa con la poca calidad y cantidad del “oro sucio” que se extrae.

La improvisada minería destruye el bosque y cava hasta donde puede, dejando una arena estéril donde no puede crecer nada.

El Meollo de lo irreversible

• Venezuela encabeza el número de minas ilegales en la Amazonía
• 1.899 puntos mineros clandestinos concentrados en el Arco Minero del Orinoco.
• Toneladas de sedimentos en los principales ríos del país.
• Contaminación de ríos y pueblos indígenas con mercurio.  
• Pérdida de 4% del bosque original.

Redacción/Edición: PabVen/Vía: BBC/Foto: ALAMY