Los 13 indígenas presos en El Rodeo por la frustrada operación Aurora avanzan lentamente hacia la muerte, por la privación del derecho a recibir alimentación, según denunció el Coordinador Nacional de Pueblos Indígenas del Foro Penal, abogado Olnar Ortiz.
El también indígena y defensor de los DDHH denunció que “La cárcel de El Rodeo no le da alimento a ninguno de los privados de libertad, lo cual ha ido deteriorando la salud de los pemones, lo que tiene a cinco de los trece con problemas de salud y a Salvador Franco con riesgo grave”.
-Las denuncias -relató- han sido formuladas ante la Defensoría del Pueblo, en la Dirección de Derechos Fundamentales, en el Tribunal que lleva la causa, Amnistía Internacional, la Corte Penal Internacional, y a los delegados en Caracas de la Alta Comisionada y de la ONU en Ginebra.
El caso de los pemones involucra a 13 miembros de comunidades indígenas de la Gran Sabana, detenidos por su participación en el asalto al 513 Batallón de Infantería Selva “GD Mariano Montilla”, ubicado en el sector Luepa, municipio Gran Sabana del estado Bolívar.
La operación militar fue comandada por un grupo de oficiales retirados de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, acompañados por pemones.
Los trece detenidos son Fiaciencio Meya Fernández, Lisandro González, Carlos Alfredo Fernández, Julio Leomar Delgado, Carlos César García, Ronny Kelvin Sánchez Lambos, Oscar Albaniz Pérez, Amilcan José Pérez, Frederick Fernández, Frank José Fernández, Salvador Fernando Franco, Willy Gabriel Martínez y Pantaleón Hovito Mesía.
Según relata Ortiz, los indígenas detenidos presentaron problemas gastrointestinales. El médico penitenciario dijo que algunos manifestaron síntomas de amibiasis. No les permitían el acceso de alimentos ni medicinas, por el tema de la pandemia.
En julio -apuntó- denunciamos la presencia de síntomas asociados al covid-19 , pero nunca les hicieron exámenes de despistaje, ni para ellos, ni para nadie en el penal.
Aunque varios de los contagiados y enfermos se recuperaron, Salvador Franco empeoró, lo que hace temer por su vida.
Los indígenas presos no niegan su participación en la operación, pero aclaran que los llevaron de manera engañosa y que por eso se entregaron.
-Desde el primer momento -sostienen- los empezaron a maltratar, incluso los sometieron a asfixia mecánica en la DGCIM y a algunos les arrancaron las uñas”.
Redacción/Edición: PabVen/ Con información y Foto: Infobae
