Los obispos embajadores del Vaticano no reconocen la legitimidad de Maduro, una posición que no pudo tomarse sin el consenso del Papa, de acuerdo con la política de la Santa Sede.

La periodista Alicia Barrios sostiene que de alguna manera, hasta ahora siempre se trató de silenciar la posición de Francisco respecto a Venezuela.

Recuerda que el 1° de marzo del 2015 Francisco condenó la muerte de los estudiantes que manifestaban pacíficamente. Seis meses después visitó Cuba y su comitiva rehusó de manera diplomática, incluir a Maduro en la lista de invitados.

Los incidentes son parte de una serie de hechos que han fraguado un muro entre el Papa y Maduro:

• El Papa no saluda a Maduro en la conferencia de la Asamblea de las Naciones Unidas.
• El 2 de diciembre del 2016, el Vaticano exige elecciones, restitución de la Asamblea Nacional, apertura del canal humanitario y liberación de los presos políticos.
• Nicolás Maduro incumplie con las condiciones y pone fin al diálogo.
• Al regreso de Egipto, el papa Francisco describe la actitud del gobierno venezolano con un “sí, sí, pero no, no”.
• En su mensaje Urbi et Orbe, el Sumo Pontífice cuestiona ante la mirada mundial, la situación de Venezuela “con numerosos muertos, heridos y detenidos”.
• El Papa ee reúne con referentes de los gobiernos de Argentina, Brasil, Colombia, Costa Rica, Perú, Paraguay y Uruguay para conseguir un pronunciamiento sobre la crisis venezolana.
• El 10 de enero del 2019, la Secretaría de Estado del Vaticano sólo envió a un encargado de negocios a la juramentación de Maduro

En pocas palabras, la jerarquía eclesiástica venezolana nunca tomaría una decisión propia no consensuada con Bergoglio, quien subraya que el pensamiento de los obispos es el suyo propio.

Redacción/Edición: PabVen/ Fuente y Foto: Infobae