Expertos cerveceros quienes que el exceso de frío en una cerveza, podría disminuir la volatilidad de los componentes aromáticos de esta bebida.

Según los conocedores, mientras más helada está una cerveza, menos burbujas desprende y en lugar de ascender con ellas, se fijan en el líquido.

Por eso, cuando la cerveza está muy fría, deja de apreciarse por el olfato, al tiempo que provoca un cambio sustancial en el sabor, hasta el punto de convertir en una bebida insulsa, plana y con poca o nula intensidad.

El frío puede mejorar algunos aspectos, como el amargor, la sequedad y el carbónico.

Pero si hay que elegir, los expertos prefieren la primera opción, con un poco más de temperatura, porque el aroma y sabor son básicos para disfrutar y apreciar una buena cerveza.

La cerveza no hidrata

A diferencia de lo que se cree, una cerveza fría no sirve para hidratar el cuerpo.

Por el contrario, el alcohol aumenta el riesgo de golpe de calor y síncope, ya que altera la respuesta protectora del cuerpo.

Sin embargo, las altas temperaturas aumenta la tentación de tomar «una cervecita» o alguna otra bebida alcohólica fresca.

Pero el consumo de alcohol no sólo incrementa la sensación de calor y la incomodidad, sino que mplica más riesgos para la salud ya que inhibe los mecanismos de protección y autoregulación del organismo.

La situación podría aumentar la posibilidad de golpes de calor e incluso el riesgo de síncope y hasta una descompensación

Edición:Franck Armas/Fuente:Gastrolab/Los Andes/Foto:bing.com/images