La Era del Camello

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(Por Josué Fernández).- Desde 1958 a nuestros días, en Venezuela se podrían identificar cinco eras particulares, de quince años cada una, bajo el dominio emblemático de cualidades físicas de algún animal.

 

La primera sería la del “Búho” hasta 1973; luego la de la “Hiena” finalizada en 1988; a continuación la del “Cuervo” con influjo terminado en 2003, la del “Pug” que acaba en 2018, y la del “Camello” que estaría comenzando con prolongación estimada al 2033. Todas las características de las eras venezolanas serán pormenorizadas, comenzando de adelante hacia atrás, en esta temporada de inspiración en el camello, como recurso para intentar sobrevivir en condiciones severamente adversas.

La supervivencia a corto y mediano plazo impone un paso lento bien calculado, con la mayor reserva de energías, para atravesar el gran desierto que rodea a la población, ante la mengua de alimentos, medicinas, transporte, luz y agua, y la única abundancia de calamidades agregadas por enfermedades, basura y moscas, desempleo, al igual que monedas devaluadas, alza descomunal de la gasolina y robos a pleno sol. A la par, el camello es citado como animal de resistencia asombrosa, con celdillas estomacales para acumular líquidos, reservas de grasas en sus jorobas para largas ausencias nutritivas, proveedor al humano de transporte, además de carne, leche, lana; y el estiércol también se aprovecharía porque es combustible para hacer fuego cuando falta la leña.

Las dos primeras de estas eras venezolanas, la del “Buho” y la de la “Hiena”, aunque de superior bienestar para las mayorías, tropezaron con el ave de ojos descomunales distraída en avatares urgentes de extremistas y opaca visión de futuro para colmo; seguidos por carroñeros de sonrisa tatuada y risas absurdas, entretenidos tal vez en el despilfarro de abultados ingresos petroleros como nunca antes. Llegó el “Cuervo” después para sacar los ojos a media población y propagar la ceguera colectiva, pero con robos gradualmente más visibles de cualquier cosa a su alcance, y extensiones de plazos mediante prórrogas fraudulentas y contrabandos. El panorama del “Pug” fue el de las arrugas que, a pesar de los intentos por estirarlas o correrlas, terminaron intactas con la continuidad en paralelo del gigantesco robo público, ocasionando la presente época exclusiva para camellos.

“Nunca es triste la verdad, lo que no tiene es remedio”, palabras del poeta Antonio Machado, que utiliza Joan Manuel Serrat, en su tema “Sinceramente Tuyo” en álbum de 1983, en el periodo de las tristes hienas en Venezuela:

https://www.youtube.com/watch?v=WAFQtwTDB3M

De acuerdo con el tiempo en el que transcurre la canción de Serrat, esa verdad que no tiene remedio es un hecho cumplido. Sin embargo, en las eras particulares de Venezuela es seguro que al “Camello” de ahora, después de 2033, o antes preferiblemente, habrá de surgir un emblema renovado por el aprendizaje forzado de 75 años, en el peor de los casos, y por lo que es indispensable el iniciar ya la construcción de otra verdad conclusiva, que vuelva a alegrar a la gente.

Como fuerte inspiración para el vuelo alto, en cielo despejado, con libertad, se podría recurrir a la imagen del “Torcaz” de la Europa templada, norte de África y Oriente Medio. Un ave que ya forma parte de canciones, de poesías,  y de otras formas narrativas, por su hábitat robusto, firme y confiado en las copas arboladas, en bosques de ribera, o en territorios de condiciones similares. Los torcaces harían de noble emblema de este país por venir en eventual proceso de recuperación, y de reencuentro, estando ahora gravemente afectado por el éxodo de familias enteras, profesionales y mano de obra desesperada.

Para el cierre de la sección, Joan Manuel Serrat dice estar “harto ya de estar harto, ya me cansé de preguntarle al mundo por qué y por qué. La Rosa de los Vientos me ha de ayudar y desde ahora vais a verme vagabundear, entre el cielo y el mar. Vagabundear. Como un cometa de caña y de papel, me iré tras una nube, pa’ serle fiel a los montes, los ríos, el sol y el mar. A ellos que me enseñaron el verbo amar. Soy palomo torcaz, dejadme en paz”.

Experiencias Mayores desea el total restablecimiento de este famoso español,  en actual reposo médico por laringitis aguda, y que quede en excelente forma para retomar en Palma de Mayorca, el venidero 8 de septiembre, su gira de conciertos de la que ha suspendido las últimas cinco fechas. Regresamos en una semana, Dios mediante.

PABVEN/JOSUÉFERNÁNDEZ

 

 

 

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