Agentes de inteligencia cubana, camuflados como médicos están listos para invadir a Venezuela, antes de finalizar el año.

El Gobierno interino denunció que la nueva delegación de 1.000  médicos cubanos que arriba a Venezuela es parte de la inteligencia disfrazada del régimen castrista para continuar el saqueo de petróleo venezolano con rumbo a La Habana.

Para Guaidó, el anuncio de los cubanos es otra razón para que la comunidad internacional actúe bajo el R2P.

El embajador cubano Dagoberto Rodríguez Barrera hizo el anuncio durante la bienvenida de 150 médicos de inteligencia, como adelanto del aguinaldo navideño de un millar de sanitarios cubanos.

En las últimas semanas arribaron a Venezuela 376 supuestos galenos, completando un total de mil cubanos. A estos se sumarán otros mil antes de fin de año, de acuerdo a lo anticipado por Rodríguez Barrera.

La invasión de las batas blancas de inteligencia suman ya 22.000 presuntos médicos que,  según La Habana y Caracas, trabajan en el pesquisaje a la población, el tratamiento a casos positivos a la COVID-19 y la atención a pacientes convalecientes  de la enfermedad.

Bajo el disfraz de la solidaridad revolucionaria, la exportación de servicios sanitarios constituye la mayor fuente de ingresos de Cuba.

En 2018, la explotación de los trabajadores produjo al régimen castrista alrededor de 1.000 millones de dólares en servicios de apoyo para las llamadas “misiones internacionalistas.”

Los ingresos se obtienen con la contratación de personal médico a más de setenta países por parte del Estado cubano, que confisca hasta el 90% de sus salarios y comete otras violaciones graves y sistemáticas a sus derechos, incluyendo la separación forzosa de sus seres queridos.

Desde marzo pasado, el gobierno cubano aprovecha la pandemia del COVID-19 para enviar a cerca de 3.000 trabajadores en “brigadas de emergencia” a más de 40 naciones.

Aparte de las millonarias remuneraciones, Cuba intenta cambiar la imagen de la explotación del hombre por el estado por una gesta humanitaria y solidaria que incluso aspira al Nobel de la Paz.

Redacción/Edición: PabVen/ Con información: VOA/ Imagen