El presidente del oficialista PSUV, Nicolás Maduro, ordenó a los diputados chavistas entrar con fuerza a la Asamblea Nacional y establecer responsabilidades contra opositores.
El líder del régimen instó a la nueva y desconocida Asamblea Nacional que se instala en enero, establecer responsabilidades penales contra los diputados que conformaron el Parlamento en los últimos cinco años.
Durante la conjunción planetaria de este 21 de diciembre, Maduro descalificó la gestión de la AN de mayoría opositora, a la vez que acusó a los parlamentarios de atentar contra el régimen y el país.
-El balance de estos cinco años –sostuvo- es evidente. Fracaso, destrucción de la Asamblea Nacional, retrocesos, daño al país, golpes de Estado, intentos de asesinatos, magnicidio. No hay un venezolano en este país, nadie, que salga a defender algo positivo que haya tenido la gestión de estos cinco años.
Luego de la victoria parlamentaria de la oposición en 2015, el chavismo usó al Tribunal Supremo de Justicia para boicotear las funciones de la Asamblea Nacional, inhabilitar al Poder Legislativo y crear la ilegítima Asamblea Nacional Constituyente.
Según la orden de Maduro, el nuevo parlamento necesitará dedicación exclusiva para realizar un balance histórico del paso de cada uno de los diputados de la oposición por el hemiciclo, lo que anularía el trabajo legislativo que supuestamente le corresponde como prioridad en un contexto de legalidad democrática.
La reedición de un asalto
Venezuela tiene antecedentes históricos del uso de la fuerza en el Congreso Nacional. El más prominente fue el Asalto al Congreso Nacional o Fusilamiento del Congreso, casualmente un mes de enero de 1848.
Luego de 20 años de enfrentamientos entre liberales y conservadores, el ministro de interiores Martín Sanabria, rendía el informe anual del Ejecutivo.
Se rumoreó que había sido asesinado y las turbas irrumpieron en la sede desatando un enfrentamiento que culminó con el asesinato de los diputados Santos Michelena, Francisco Argote, José Antonio Salas y Juan García.
Después del asalto, el parlamento tardó años en recuperar su autonomía; el poder Legislativo y el Judicial perdieron su independencia y se sometieron a la voluntad del presidente de la República, un hecho a punto de reeditarse por la vía de otro asalto, después de unas alecciones desconocidas por gran parte de la comunidad internaconal.
Redacción/Edición: PabVen/ Con información: RRSS/Wikipedia/Gráfica: Guayoyo en Letras
