Maduro sería el primero en ponerse la vacuna rusa

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En una reciente conferencia de prensa, Maduro aseguró que sería el primero en vacunarse con la vacuna rusa Sputnik V contra el coronavirus, que el gobierno de Putin probará en la humanidad de otros 1.999 venezolanos.

En cavas rojas para preservar la línea de frio llegaron a Venezuela las primeras dosis de la vacuna rusa Sputnik V contra el coronavirus, que el gobierno de Putin probará en la humanidad de 2.000 voluntarios.

El evento, considerado histórico por la vicepresidente Delcy Rodríguez, convierte al país caribeño en el gran laboratorio extraterritorial de la Federación Rusa, en la etapa 3 del desarrollo del fármaco.

Visiblemente emocionada, Rodríguez exteriorizó su orgullo al comprobar que Venezuela, a falta de otros logros, alcanzaba el primer lugar del hemisferio como sede el experimento ruso.

Al igual que el ensayo con las placas de los automóviles para el suministro de gasolina, la ciudad de Caracas dará el ejemplo en los ensayos que comienzan de inmediato, quizás este fin de semana.

Hace un mes, Maduro puso a disposición de su colega ruso, 500 humanos venezolanos como receptores del pinchazo, cifra que se multiplicó por cuatro.

La Sputnik V ha sido recibida con recelo por la comunidad científica internacional debido la velocidad de los ensayos y la poca información sobre el fármaco. La Organización Mundial de la Salud y varios países de Occidente advirtieron que no hay forma de saber que es segura.

El ensayo de Maduro se une a la iniciativa de López Obrador en México para el suministro de voluntarios y la posterior producción masiva de dosis en laboratorios locales.

Paradójicamente Miraflores ofreció a Rusia la capacidad tecnológica de una planta de vacunas de la Universidad Central de Venezuela, la casa de estudios más importante de Venezuela, objeto de la represión reiterada del régimen.

A pesar de que los rusos no han cumplido con todos los pasos de rigor de su vacuna, anuncian el registro de un segundo fármaco que desarrolla el centro de investigaciones Véktor, situado en Novosibirsk, Siberia.

Como el histórico satélite Sputnik, la vacuna de Putin vuela quizás con el objetivo de apuntalar el prestigio nacional y la economía, por encima de la rigurosidad científica y la seguridad de los voluntarios.

Y mientras Moscú asegura que recibirá el Año Nuevo con el inició de la la distribución de la Sputnik, una reciente investigación en Nature alerta sobre el riesgo de los vacunados debido a la prisa rusa.

Redacción/Edición: PabVen/ Con información: EFE/ Foto: A simple vista

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