Manchan el nombre de Venezuela en Perú

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La venezolana Yenifer Colmenares, quien en días pasados fue acusada, junto a otros coterráneos, de “robar” los enseres de tres apartamentos en Perú, desmintió haber cometido tal delito y en exclusiva a Caraota Digital contó su versión de los hechos.

Colmenares, quien era estudiante de Arquitectura en la universidad Santiago Mariño de Mérida, emigró hace seis meses a Perú por la crisis que se vive en Venezuela. En ese país trabaja “honradamente” en una tienda de ropa como vendedora.

La joven, quien afirmó estar “devastada” por los señalamientos de Luis Yanki, el ciudadano peruano que la acusó a ella y sus compañeros de haber robado, contó que siempre mantuvieron al día las facturas del alquiler y aseguró que fueron estafados con un cobro de 1.800 soles (moneda peruana). “Nos estaba estafando porque (Yanki) nos cobró 1.800 soles por solo el servicio de luz. Le exigimos que mostrara el recibo (que justificara el cobro) y él se negó. A raíz de eso, nos pidió que desalojáramos los apartamentos”.

Yanki indicó a medios peruanos que los venezolanos tenían dos meses sin pagar la renta de los tres apartamentos que les había alquilado. Públicamente acusó a ocho personas, pero solo denunció a cinco, según dijo Colmenares.

“Eso es totalmente falso, no teníamos dos meses sin pagar, incluso tengo pruebas de que el mes pasado le deposité 450 soles en su cuenta, tengo el voucher, mi hermana (acusada por Yanki) también tiene el voucher; tanto así, que ni siquiera ha llegado la fecha de vencimiento del pago, era los 9 de cada mes”, apuntó.

Recibos de pago

Detalló que demandaron a Luis Yanki por difamación, acoso y estafa. “Queremos pedir justicia, porque no solo están manchando nuestros nombres sino el de toda Venezuela”.

Asimismo, convencida de su inocencia y refugiada en los valores que asegura le inculcaron en su hogar, Colmenares reiteró no haber robado ningún artefacto que se encontraba en aquellas residencias que tuvieron que abandonar por petición de Yanki.

“No hemos robado ningún artefacto. De todo tenemos prueba, recibos, voucher. Todo lo que nos llevamos es de nuestra propiedad. Yanki nos facilitaba algunos artefactos, pero nosotros se lo pagamos con una cuota semanal por mutuo acuerdo. Él nos daba voucher de los recibos. Otras cosas que nos llevamos las compramos aparte y otras eran regaladas”, expresó.

Con respecto a las imágenes que circularon en los medios del país andino en las que se apreciaba los apartamentos “desvalijados”, Colmenares indicó que Yanki “alteró el lugar de los hechos”. “La habitación en la que estaba había cama matrimonial, televisión, nevera, gavetero y una mesa que era del señor (Yanqui)”.

El ciudadano peruano también afirmó haberle prestado dinero a uno de los ocho venezolanos para que pagara el pasaje aéreo de la esposa y las dos hijas, además de haberle comprado un carro de comida rápida a otro de ellos para que trabajara.

“Él sí le prestó el dinero a uno de mis compañeros para que fuese a Venezuela, pero eso le fue cancelado”, dijo Colmenares al aclarar que el carro para vender hamburguesas también fue pagado semanalmente por cuotas de 100 soles. “En total eran 600 soles”, agregó.

Acoso

Yenifer Colmenares denunció que ella y su compañera fueron acosadas por Luis Yanki mientras residían en los apartamentos. Además, luego del hecho en el que los acusó, el sujeto se ha dedicado a postear imágenes “de burla” hacia los venezolanos.

“Mi compañera, también afectada, era la secretaria de Yanki. A ella la intentó tocar, pero eso no llegó a mayores. A mí me hizo una insinuación y como no le correspondí, pues de verdad me sentía muy incomoda, además él tenía llaves de esa habitación y no sabia si podía entrar a la habitación sin mi consentimiento”, narró.

Una pesadilla indeseable

Yenifer Colmenares asegura vivir una “pesadilla horrible” que no le desea a nadie. Indicó que su familia se siente de manos atadas por no poder hacer nada desde Venezuela.

“Me siento devastada, psicológicamente y moralmente. Esto ha afectado mi salud, no tengo estabilidad emocionalmente porque esto nos ha dañado mucho, tenemos miedo que esto afecte nuestro futuro”, apuntó Colmenares quien a pesar de la compleja situación por la que atraviesa asegura salir a la calle con la frente en alto porque no tiene “nada que ocultar”.

Detalló que después del hecho en el que fueron implicados se “disparó” la xenofobia, pero también la solidaridad de muchos peruanos que dan fe de su honestidad y entienden por lo que están pasando

“Nosotros no estamos siendo buscado por las autoridades como aseguró Yanki, hemos asistido a nuestros trabajos y hemos tenido ayuda de nuestros abogados y ONG. En el trabajo mi jefe me apoya. Él nos consiguió los abogados”, aseveró.

PabVen/CDigital

 

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