Migración y limbo consular crean generación de huérfanos y apátridas

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El regeso de un centenar de niños migrantes con padres que murieron por causa del coronavirus y la negación del derecho a la identidad ante la imposibilidad de los trámites consulares, está creando una nutrida generación de pequeños huérfanos y apátridas venezolanos.

La presidenta del Instituto Autónomo Consejo Nacional de Derecho del Niño, Niña y Adolescente (Idenna), Luisaura Ravicini, anunció que entre los casos están las repatriaciones de niños cuyas madres han muerto o que viajaron en compañía de su hijo y optan por la repatriación.

Según Ravacii, una vez que arriban a Venezuela se realiza un estudio social, se entregan a sus familiares o se resguardan en una institución oficial hasta tanto se contacte algún pariente .

Pequeños apátridas

Por su parte, el limbo jurídico que ocasiona la ausencia de servicios consulares provoca una serie de problemas para la población migrante venezolana que impacta el ejercicio de sus derechos, sobre todo en materia de identidad, con mayor énfasis en los niños.

La experta en temas de migración de la Universidad Católica Andrés Bello, Ligia Bolívar, apunta que para la emisión de pasaportes, bien sea en el país o a través de los consulados existentes, se exige la cédula de identidad a partir de los 9 años, cuya emisión es exclusiva del Saime en Venezuela.

Según Bolívar, más allá del pasaporte o la cédula de identidad, existen otros aspectos del derecho a la identificación afectados por la ausencia de servicios consulares, como el registro de hijos de padres venezolanos nacidos en un país donde no existe el servicio.

Esta es una situación particularmente compleja en Colombia, donde la nacionalidad no se adquiere por el reconocimiento de haber nacido en el territorio, según advierte en su informe.

“Al no haber representación consular y ante la imposibilidad jurídica para registrar estos nacimientos, los nacidos en Colombia corren riesgo de apatridia, a pesar de que las autoridades colombianas han intentado dar solución a esta situación, aunque con ciertas limitaciones”, explica.

El informe de la UCAB insta a los países receptores de población venezolana a avanzar en mecanismos permanentes de registro de hijos de venezolanos, a fin de evitar el riesgo de apatridia, incluyendo la simplificación del trámite, tomando en cuenta la imposibilidad de presentar documentos de identificación emitidos exclusivamente por el Saime en Venezuela.

Para colmo de males, muchas familias están impedidas de una reunificación, ya que quien emigra en principio quiere llevarse a la familia que dejó en Venezuela, luego de establecerse en el país de acogida, pero no puede porque los integrantes del grupo familiar no tienen acceso al pasaporte.

De acuerdo con la Agencia de la ONU para los Refugiados (Acnur), la cifra de migrantes venezolanos se ubica en 5,4 millones de personas, aunque Nicolás Maduro sotiene que solo 600.000 venezolanos emigraron desde 2017.

Redacción/Edición: PabVen/ Con información: ElPitazo/ Idenna/ Foto referencial: Magisnet

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