En un intento por matizar una abstención estimada en 70%, Maduro confirmó que los militares buscarán a los ciudadanos en sus casas para llevarlos a votar en las elecciones parlamentarias.

El cuestionado presidente se apoyó en la pandemia para justificar una medida calificada como intimidatoria y desesperada, contra electores que prefieren permanecer en casa antes que arriesgar la salud el próximo 6 de diciembre.

Junto a la compulsiva estrategia, Maduro se niega a posponer los comicios, como lo requiere la Unión Europea para poder organizar una misión de observación, digna de credibilidad y transparencia.

Al igual que los fatídicos comicios convocados por Chávez en 1999 durante la “Vaguada de Vargas“, Maduro mantiene que llueve, truene o relampaguee irán a elecciones parlamentarias, a pesar de la explosión exponencial de la pandemia.

En aquella oportunidad, el caudillo militar se amparó en una frase del Libertador Simón Bolívar: “Si la naturaleza se opone, lucharemos contra ella y haremos que nos obedezca”. Su guerra personal contribuyó a un saldo estimado en 30.000 víctimas.

Maduro citó el texto constitucional para justificar que es imposible suspender las elecciones, porque el 5 de enero del año 2021 está obligado a instalar una nueva Asamblea Nacional.

La recluta de ciudadanos en sus casas y el anuncio de Maduro de militarizar los comicios al máximo fortalecen la tesis de “fraude” sostenida por la mayoría opositora  y la comunidad internacional.

Redacción/Edición: PabVen/ Con información y Foto: Agencias