Oleada de banqueros y profesionales cruzan frontera en Río Grande

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Tan solo en mayo, las autoridades fronterizas estadounidenses detuvieron en la frontera a 7.484 venezolanos, lo que significa un récord desde que se inició el conteo, hace 14 años.

Se trata de banqueros, médicos o ingenieros de Venezuela, que llegan en cifras sin precedentes, huyendo de la crisis política y económica que agobia a su país y que ha empeorado con la pandemia del coronavirus, un fenómeno que tomó por sorpresa al gobierno en Washington

Muchos de los casi 17.306 venezolanos que han cruzado la frontera ilegalmente desde enero llevaban años en otros países sudamericanos a donde huyeron luego que el presidente Nicolás Maduro asumió el poder en 2013.

Si bien algunos se fueron por motivos políticos, la gran mayoría trata de escapar la crisis económica caracterizada por apagones y escasez de alimentos y medicinas.

Ante el estallido de la pandemia en Sudamérica, volvieron a emigrar, reuniéndose en la travesía hacia el norte con ciudadanos de los países a los que inicialmente se trasladaron, como Ecuador y Brasil, así como de países lejanos afectados por el virus, entre ellos India y Uzbekistán.

Comparado con otros migrantes, los venezolanos tienen ciertos privilegios, gracias a su mejor estado financiero, nivel educativo y políticas estadounidenses que los protegen de la deportación.

La gran mayoría cruzan cerca de un poblado de 35.000 habitantes llamado de Del Río y no se esconden, sino que se entregan a las autoridades para pedir asilo.

Plan de Fuga

Mientras para centroamericanos y otros el viaje puede durar meses, la mayoría de los venezolanos llegan en apenas cuatro días.

“Este es un viaje para el cual definitivamente están preparados desde el punto de vista financiero”, expresó Tiffany Burrow, administradora del albergue para migrantes Val Verde Border Humanitarian Coalition en Del Rio. Allí los migrantes pueden comer algo, lavarse y comprar boletos para ir a ciudades de Estados Unidos.

Primero viajan en avión a Ciudad de México o Cancún. Traficantes que se hacen pasar por “agencias de viajes” en Facebook prometen un viaje sin inconveniente a Estados Unidos por unos 3.000 dólares.

El precio incluye la partida acompañada desde Ciudad Acuña, desde donde la mayoría de los venezolanos cruzan el río Bravo y que no ha sido tan afectada por la violencia que aqueja a otras zonas fronterizas.

Una vez en territorio estadounidense, por lo general les va mejor a los venezolanos que a otras nacionalidades. El gobierno de Joe Biden recientemente otorgó estatus de Protección Temporal (TPS, por sus siglas en inglés) a unos 320.000 venezolanos, lo que los protege de la deportación y les permite trabajar en Estados Unidos legalmente.

Además, casi todos los venezolanos que solicitan asilo tienden a prosperar, en parte debido a que el gobierno estadounidense corrobora reportes de represión política.

En lo que va de año Estados Unidos ha rechazado solo el 26% de las solicitudes de asilo de venezolanos, comparado con 80% para los países centroamericanos, según un centro dedicado al tema de la Universidad de Syracuse.

Incluso los venezolanos amenazados por la deportación tienen esperanzas, pues el gobierno estadounidense anterior de Donald Trump rompió relaciones con Maduro en 2019, por lo que los viajes aéreos están suspendidos, lo que hace imposible las deportaciones.

Edición/Redacción: PabVen/Con información:  AP/ Foto referencial: Los Angeles Times

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