Al ratificar su posición en contra del socialismo y con el pueblo de Venezuela, dijo que su gobierno se mantiene del lado de la libertad y contra el régimen opresivo de Maduro, pero no mencionó al presidente interino Guaidó en los primeros tweets.
Posteriormente, Kayleigh McEnany, vocera del presidente Donald Trump, sostuvo que el presidente norteamericano ha sido muy duro con el dictador Nicolás Maduro al reconocer a Guaidó como presidente interino de Venezuela, y aseguró que no ha perdido la confianza en el titular de la Asamblea Nacional
Maduro, quien mantiene millonarios cabildeos de acercamiento a la Casa Blanca, no perdió el chance y replicó que estaba dispuesto a conversar respetuosamente con el presidente Donald Trump, de la misma manera que habló con Biden.
Está claro que el encuentro y las condiciones se dan en el escenario de “tweeterlandia”, donde las fantasías se hacen realidad, porque la base de la democracia estadounidense es la independencia de los poderes y el Judicial está obligado a ponerle las esposas al venezolano.
Oras cosa es la política doméstica de USA, donde las decisiones se toman con base en la matemática electoral. Los asesores deben ajustan las cuentas decisivas en Florida. Una reunión con Maduro implica rectificar de raíz la política de Estados Unidos hacia Venezuela, una decisión con peso específico para inclinar la balanza entre los latinos.
Sin embargo, la posibilidad de un cambio radical en la política de EE.UU. hacia Venezuela no está descartada. La prueba evidente es la aparente disposición de Trump a reunirse con Maduro en el futuro.
Ambas declaraciones de Donal Trump se dan en el contexto del forcejeo con Jhon Boltón y las revelaciones de su libro , entre las cuales destaca el perfil de los dos presidentes venezolanos: “Guaidó es percibido como débil por Trump y Maduro como fuerte”.
Maduro solicitó a la Casa Blanca dos reuniones durante 2017 y 2018 y las posibilidades estaban abiertas, , pero a partir de allí el autoritarismo se multiplicó, al igual que el enfrentamiento con EEUU.
Menos hipotético que cualquier pronóstico es el posible efecto de la extradición del “Preso de Cabo Verde”, el barranquillero y venezolano Saab. La mecha que implosionaría la red de divisas blanqueadas más importante para las finanzas chavistas. Entonces, no habría nada que conversar.
Redacción: PabVen/Fuente:Agencias/Gráfica: RRSS.
Contexto informativo 23 / 6 / 2020
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Redacción: PabVen/RRSS / Agencias
