La periodista venezolana Dahiana Cusnir, quien emigró con su familia en noviembre de 2018, se convirtió en la referencia informativa internacional más actualizada y confiable, desde que se inició el lanzamiento de misiles hacia Israel por parte del grupo catalogado como terrorista Hamás.
Cusnir, de ascendencia judía, se residenció en Ashdod, a 35 kilómetros de Tel Aviv, y narra en vivo para medios norteamericanos y el mundo, la nueva escalada de violencia entre palestinos e israelíes, calificada como una de las más feroces después de la guerra de Gaza en el año 2014.
Cusnir vive una experiencia única e irrepetible para un corresponsal de guerra, al verse obligada a suspender contactos en vivo con la prensa internacional en el momento en que se suenan las sirenas que alertan sobre ataques en la ciudad donde vive con su familia.
Relata que “Es una situación a la que uno no está acostumbrada, tampoco es que llega a acostumbrarse, solo se adapta y trata de estar atento cumpliendo con las medidas de seguridad. El instinto de supervivencia está a flor de piel y lo que se busca es refugiarse y/o resguardarse. El temor a que un cohete puede caer y que pueda pasar lo peor siempre está latente”.
Para Dahina no es nada nuevo, es la tercera ocasión que le ha tocado experimentar este tipo de conflictos desde que decidió migrar y cada situación ha sido distinta a la anterior.
“Mientras no suenen las alarmas uno sabe que todo va bien, tiene cierta tranquilidad, pero ahorita están sonando varias veces al día y es ahí donde aumenta el temor y se piensa en cualquier cosa”.
La venezolana sabe lo que es el increscendo del pánico ante el sonido de las alarmas, cuando se está en la calle, sin lugar seguro para resguardarse. Cuando el ruido de la alarma se activa y se está en la calle.
Mientras escuchaba el impacto de los cohetes que eran detenidos por la llamada “cúpula de hierro”, se bajó del auto para buscar un lugar seguro. Lo primero en que pensó fue en Dhanna, su hijita de siete años; Fanny, su mamá, que estaban en casa y en mi esposo Pablo que estaba en el trabajo.
A sus siete años, Dahana describe con propiedad lo que es el pánico: “Me dan mucho miedo las alarmas, siento que el corazón se me va a salir porque pienso que algo va a pasar…se escucha ¡bum, bum! Pero me quedó tranquilita porque estoy con mi mami y mi papi”.
Su madre tiene experiencia en el asunto: durante las fuertes protestas que se registraron en Venezuela, específicamente en el Táchira durante el año 2017, en una ocasión quedó en medios de un fuego cruzado entre Guardia Nacional y manifestantes, acción que le causó el mismo terror que hoy experimenta.
“Lo que ahora está sucediendo aquí en Israel y el miedo que produce, es como algo circunstancial y muy puntual, porque no se vive en zozobra los 365 días del año como en Venezuela”
Redacción/Edición: PabVen/ Con información y foto: Rosalinda Hernández/Frontera Viva
Super interesante el post!!!
Gracias Amira por tu estimulante comentario