Con la elección y proclamación de Mis Clap, la primera Reina Socialista del siglo XXI, la República Bolivariana de Venezuela se deja de pendejadas y regresa, al menos simbólicamente, un régimen monárquico que nunca debimos abandonar para garantizar en tiempos de diáspora, el pasaporte de la Unión Europea.

El concurso Miss Clap se realizó como la promesa básica del Rey Nicolás I, de brindar a sus súbditos una Semana Santa en Paz con cava, cerveza, playita y, de ñapa, la mejor muestra de las hermosas  hembras socialistas,  que sí las tienen.

Al menos eso debe haber pensado Tania Sierra, alcaldesa del municipio Monagas de Altagracia de Orituco, en el estado Guárico, con el certamen “La Reina del CLAP”,  versión socialista aproximada del reino de Osmel Sousa.

Como corresponde a un país en crisis, la ganadora no se llenó de billetes , viajes o contratos publicitarios, pues significa una afrenta a la moral socialista. A cambio, la soberana cargó con cuatro cajas Clap , mientras que las dos finalistas regresaron a casa con dos y una ración, respectivamente.

Según las redes sociales, las demás candidatas recibieron un saco de yuca cada una, como premio de consolación. Las opiniones se dividieron entre quienes felicitaron al mandatario por tan creativa idea y las que calificaron el evento como otra ridiculez oficial.

PabVen/ Por Franck Armas/ Fuente: Redes/ Foto: cortesía Tania Sierra/ Facebook