Sin proponérselo, los migrantes venezolanos actualizaron lo que significa frontera en la sociedad actual, apenas tres sílabas que pintan un término de controversail denotación negativa.

Ante tal exposición, resulta probable que al escribir «Frontera», el mensaje del uruguayo Jorge Drexler cumplía con la propuesta de eliminar al menos en el mensaje, los muros y líneas a veces rectas o imaginarias que separan seres humanos y sociedades.

Con su tema, el artista insiste en agitar las relaciones positivas entre la gente a ambos lados de lados de cualquier frontera, gracias a una melodía que transcurre con un entorno optimista y la magia que tienen ciertas melodías de instalarse en el play list cerebral de quien la escucha.

En Drexler, quien no asmila el arquetipo de cantautor, existe el valor de la esperanza, porque entiende su importancia, como lo demuestra en la región las migraciones en las frontera de México y Estados Unidos y la colombo venezolana.

Para él, el meollo del asunto consiste en la aceptación de todas las razas. El deporte nacional es un ejemplo que no sobreviría en la mayor parte del mundo sin la consigna de «No al racismo», cada vez más necesario.

Quizás cuando tenía en mente su propia «Frontera» cohabitaba con la imagen de un parque en la línea que separa geográficamente a su país de Brasil, con un monumento que únifica los países en vez de separarlos, un ejemplo actualizado de lo que en su época significó la Estatua de la Libertad, cuando Estados Unidos abrió sus brazos a la migración de la posguerra.

Fue tal la importancia de Frontera para su autor que a pesar de ocupar el tercer lugar en la lista, «La Ciudad del hielo» y «Memoria del cuero» terminó bautizando su sexto disco, publicado en CD por el sello Virgin/ EMI en España en 1999 que coicidencialmente le abrió las fronteras internacionales. ​

La Frontera

Yo no sé de dónde soy,
mi casa está en la frontera 

Y las fronteras se mueven,
como las banderas. 

Mi patria es un rinconcito,
el canto de una cigarra.

Los dos primeros acordes
que yo supe en la guitarra 

Soy hijo de un forastero
y de una estrella del alba,
y si hay amor, me dijeron,
y si hay amor, me dijeron,
toda distancia se salva.

No tengo muchas verdades,
prefiero no dar consejos. 

Cada cual por su camino,
igual va a aprender de viejo. 


Que el mundo está como está
por causa de las certezas 

La guerra y la vanidad
comen en la misma mesa 

Soy hijo de un desterrado
y de una flor de la tierra,
y de chico me enseñaron
las pocas cosas que sé
del amor y de la guerra.

Jorge Abner Drexler Prada (Montevideo, 21 de septiembre de 1964) es un músico, cantante, compositor, actor y médico uruguayo, ganador del premio Óscar a Mejor canción original de 2005 por su tema Al otro lado del río.

Cursó sus estudios básicos en la escuela pública, y la secundaria en el liceo Kennedy y en el instituto Ariel Hebreo Uruguayo. Algunas de sus actividades fueron las de guardavidas, cantante de sinagoga (jazán) y practicante médico a domicilio. Estudió medicina y se licenció en su ciudad natal. Tras obtener su diploma se desempeñó como médico al igual que sus padres. Fue otorrinolaringólogo antes de dedicarse de lleno a la música.

Es padre de tres hijos. El primero, Pablo, fruto de su matrimonio con la cantante Ana Laan, que graba sus discos bajo el seudónimo de Rita Calypso. Con su actual pareja, Leonor Watling, actriz y cantante del grupo Marlango, tuvo dos hijos; Luca, nacido a comienzos de 2009, y Leah, nacida en julio de 2011.

Redacción:Franck Armas/PabVen/Fuentes:Wikipedia/La Nación