Coronavirus juega a favor de Maduro

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La pandemia de Covid-19 podría ser la ficha que le faltaba a la dictadura venezolana en su guerra frontal contra la democracia, según se desprende de un trabajo del analista internacional Mariano Aguirre para  BBC News Mundo

En  pocas semanas,  países como China, Irak, Chile, Ecuador, Colombia y, por supuesto Venezuela, pasaron de las manifestaciones pasivas, a calles controladas por la policía, la guardia nacional y el ejército.

La tendencia del autoritarismo es enfrentar al coronavirus como como si se tratase de la guerra del Estado contra un grupo insurgente, por lo que la presencia militar resulta  lógica ante los ojos de los ciudadanos.

-El coronavirus – subraya Aguirre- parece hecho a medida para los gobiernos y políticos autoritarios que han proliferado en los últimos años.

Mientras akgunos no creyeron inicialmente en su gravedad, ahora les podría servir para recortar libertades democráticas, dar renovados papeles a los militares, cerrar las fronteras a la migración y exaltar el nacionalismo frente a la cooperación entre países.

En otras palabras, un espejo fiel del caso venezolano, donde generales y funcionarios del régimen hablan por los epidemiólogos y los médicos, mientras los científicos corren contra el tiempo y el creciente número de infectados.

Curiosamente, la  covid-19 coincide con la tendencia global a contar con menos democracias y es que, según Freedom House, desde 2006, 64 países son menos democráticos mientras que sólo 37 gozan de más libertades.

Quizás por ello, la presencia de efectivos militares haciendo tareas civiles genera inquietudes, especialmente en países donde han tenido o tienen control e influencia sobre el poder político, a decir de Augusto Varas, presidente de la Fundación Equitas de Chile y experto en cuestiones militares, quien sentencia:

«Una vez que las fuerzas armadas salen de sus marcos institucionales es muy difícil que retornen a los mismos, ya que su desprofesionalización las ha convertido en otra cosa»

En Estados con fuerte debilidad institucional como el venezolano,  poner a las fuerzas armadas a controlar la sanidad, las medicinas, los alimentos y la seguridad ciudadana, puede conducir a situaciones permanentes, pues  no se sabe cuándo se podrá volver a la normalidad.

Incluso en países de fuerte tradición democrática y separación de poderes como Estados Unidos, se han impuesto en las últimas semanas limitaciones a las libertades de movimiento, reunión y menos atribuciones a gobiernos locales frente al Estado central, además de retrasos de  procesos electorales, sin oposición de sus ciudadanos.

Si eso sucede en USA, es de imaginar lo que puede lograr un Estado totalmente autoritario, donde el presidente se toma más que en serio su rol del Comandante en Jefe y brinca por encima de todos los poderes y autonomías locales, como en la isla de Margarita (estado Nueva Esparta) donde impuso un protectorado, por encima del gobernador legítimo para manejar la epidemia.

La profesora Arlene B. Tickner, de la Universidad del Rosario, en Bogotá, afirma que «Ante el miedo y la incertidumbre, una gran parte de los ciudadanos quiere que se tomen medidas ejecutivas, rápidas y sencillas de entender».

Por ello, los gobiernos y políticos con tendencias autoritarias creen en  la conveniencia de tener un poder fuerte centralizado, con un fuerte control de  la libertad de expresión en nombre de la supuesta defensa de  la salud del «pueblo».

Así sucedió en  China, donde el acceso y salida de la provincia de Hubei, fue visto como un ejemplo de supuesta eficiencia autoritaria, aunque los hechos demostraron que la censura de la información provocó que el virus se regara por el mundo.

Redacción PabVen/Fuente: BBC/ Foto:

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