Lo que no pudieron hacer las gestiones internacionales, lo acaba de conseguir la incuantificable pandemia de coronavirus que amenaza a Venezuela. El presidente interino Guaidó y el cuestionado Maduro autorizaron un acuerdo no político para encarar la inminente tragedia que se cierne sobre el país.

Calificado como inesperado e histórico, el compromiso obliga a los dos presidentes a trabajar de manera coordinada en la lucha contra la pandemia del coronavirus en Venezuela, con la mediación de la Organización Panamericana de la Salud (OPS)

Según la organización, Venezuela es uno de los países más vulnerables de América Latina frente a la amenaza de la covid-19, hecho que agravará una crisis económica marcada por la falta de comida para un tercio de la población.

En síntesis, un pequeño paso de la OPS y un gran paso para la humanidad, como vía para encarar el apocalíptico escenario de un país que puede convertirse en el nuevo epicentro de la pandemia.

En medio del anuncio, algunos hechos atribuidos al azar agitan teorías conspirativas. Un supuesto arreglo por debajo de la mesa donde se negoció la excarcelación del tío de Guaidó, rumbo a casa, como condición para sacar los bolígrafos-

El ángulo pragmático de ¨el abrazo del siglo¨ inclina a creer que es la consecuencia insoslayable de la necesidad de recursos financieros para encarar otro salto exponencial de la pandemia en Suramérica.

Como todo contrato, el acuerdo que acorta la distancia entre Guaidó y Maduro tiene sus letras, no tan pequeñas:

• Vigilancia epidemiológica
• Atención adecuada
• Aislamiento a los casos confirmados
• Protección a los profesionales sanitarios.

El dato anecdótico es que las firmas de los presidentes de Venezuela brillan por su ausencia. En su lugar, las rúbricas de Carlos Alvarado, ministro de Salud de Maduro; Julio Castro,  “asesor en temas de salud” de la Asamblea Nacional; y Gerardo de Cosio, representante de la OPS en Venezuela y héroe de la película.

En un aparente reconocimiento mutuo de los bandos, el acuerdo supone “un importante avance” que llega “después de una presión coordinada desde la sociedad civil y grupos pro derechos humanos”, en palabras de Geoff Ramsey, analista de la Oficina de Washington para América Latina.

Redacción: PabVen/Fuente: Institucional/Infobae/Sumarium/ Foto: extravenezuela.com