“El que no vota, no come” fue el último grito de guerra electoral de Diosdado Cabello, ante el inminente desierto de electores en las parlamentarias del 6D. según confirman los sondeos de opinión.

Cabello prefirió la intimidación, en vez del anuncio de Maduro de premiar a los 100 primeros municipios que acudieran masivamente a las urnas.

Las amenazas de Diosdado surgieron en el contexto del allanamiento y congelación de cuentas de la sede de Alimenta la Solidaridad, una entidad benéfica que provee ayuda vital a decenas de miles de niños del país caribeño que no tienen otra fuente de acceso a alimentos.

Según consignó The New York Times, muchos de los niños obtienen su única comida diaria de la organización y muchos de ellos comen una parte de sus comidas para poder llevarle el resto a sus familiares.

-Las consecuencias de esto – aseguró la destacada nutricionista Susana Raffalli-  serán brutales. A partir de ahora todos los trabajadores sociales tendrán miedo de seguir trabajando.

La inseguridad alimentaria alcanzó el 100 por ciento de la población en aproximadamente 20 municipios de Venezuela; 100 por ciento en situación de pobreza y 100 por ciento de hogares con deficiencias en los servicios públicos.

Redacción/Edición: PabVen/ Vía: EFE/