Un Maduro con rostro desencajado y desesperada expresión gestual confirmó que Venezuela dejó muy atrás los récords mundiales de exportación de petróleo, para convertirse en uno de los principales importadores de virus chinos.

 El cuestionado anunció, según su cuenta, que el récord diario de casos de covid-19 y el de muertes, pasó de cuatro a seis defunciones diarias, antesala de una inminente proyección geométrica hasta los 16 muertos por jornada.

En transmisión de la televisora del régimen, que también ha funcionado como centro de reclusión para sus empleados infectados, el cuestionado extrapoló la causa hacia las enfermedades de base que arrastraban los infortunados ciudadanos, o a la edad.

-El total de decesos por la enfermedad pandémica en Venezuela -admitió- llegó a 164, mientras que el total de infecciones detectadas en el país ascendió a 18.574.

Aprovechó la oportunidad mediática para aclarar que de los nuevos 664 casos, 51 pertenecen al nicho de los virus importados, término que suele usar para referirse a los venezolanos migrantes, calificados por el régimen como bombas biológicas.

El comisionado y médico José Manuel Olivares reaccionó y lo acusó de mentirle a los venezolanos en cuanto al número de casos en el país, además de acosar a los ciudadanos contagiados.

-Hoy -refirió- lo vemos desperado montando un hospital improvisado en el Poliedro de Caracas, ante la verdad del sufrimiento de nuestros pacientes y la verdad dolorosa de la muerte.

Los chaparrones de la tormenta

• 80% de los hoteles para pacientes de Caracas sobre su capacidad.
• 65% de las terapias intensivas colapsadas.
• 52% de las emergencias colapsadas.
• 37 muertes de médicos, enfermeras y personal de salud, por falta de insumos de bioseguridad.
• 120 trabajadores sanitarios positivos para covid-19.
• “Foco” de contagio en la Fuerzas Armadas venezolanas.

Redacción/Edición: PabVen/ Con información y foto institucional