Un curso de dos años de duración, del Instituto Gastronómico de las Américas -IGA,- sintetiza y brinda los conocimientos necesarios para alcanzar la excelencia como profesional de la gastronomía en Argentina. .

En un modesto local ubicado en Palermo, Arenales 3460, nos reciben y abordan como otro alumno interesado en la matrícula.

Y van al grano: nos adelantan el programa e insisten en los lapsos, pues el tiempo apremia. El mercado laboral tiene prisa por incorporar nuevos talentos a los fogones nacionales e internacionales.

Nos impresiona la pulcritud de un espacio que semeja un impecable quirófano, más que una cocina, tal y como la conocemos el resto de los mortales.

Los alumnos, a pesar del frenesí de la faena, lucen un impecable uniforme como si se tratara de un estreno o el más reciente retiro de la tintorería. La verdad es que  llevan varias horas cocinando o aprendiendo a cocinar..

Los pibes cursan «Gastronomía & Alta Cocina», con la promesa básica de adquirir las herramientas necesarias para emprender un negocio culinario y alcanzar la punta de un exitoso iceberg , con la cocina como profesión.

Todos, sin excepción, anidan bajo el elegante gorro estampado con el logo institucional, el sueño de convertirse en profesionales de la alta cocina y del arte culinario y, por qué no, encabezar en el corto o mediano plazo, un equipo de cocineros como negocio culinario de altísimo nivel.

-Y cuándo cambian “el aula” por la calle?

-El tiempo corre tan rápido como si fuese un pedido –admiten-. Aprobado el primer año, reciben el certificado de Cocinero Profesional y al segundo año el certificado de Gastronomía & Alta Cocina.

-¡Palabras mayores ¿No?

– Se trata de una formación integral que posibilita insertar al alumno  en el mercado laboral y, más allá de eso, inducirlos hacia la difusión de la gastronomía argentina alrededor del mundo con la participación en eventos nacionales e internacionales.

Los cursos de IGA están respaldados por un material de estudio de primer nivel. El alumno dispone de libros de excelencia, un tomo por cada cuatrimestre, con cada una de las materias del programa curricular, con prácticas incluidas y recetas paso a paso.

Apenas traspasan la puerta del instituto como principiantes, reciben dos uniformes completos de cocinero, con su delantal, gorro y chaqueta; y de verdad que se notan orgullosos de lucirlos.

360 horas de alta cocina

El primer año de estudios se sintetiza en 360 horas académicas durante las cuales, los futuros fogoneros digieren conocimientos prácticos y teóricos sobre panadería y el idioma inglés, seguridad e higiene, administración y marketing gastronómico y, por supuesto el maridaje enológico. Al final del ciclo, pueden llevar a su portafolio el Certificado de Cocinero Profesional.

El segundo año, con igual número de horas, incluye coctelería, organización de eventos, ceremonial y protocolo teórico, administración de alimentos y bebidas, administración y marketing gastronómico e inglés.

Lo complemente la panadería y pastelería a nivel gastronómico y baja el telón con un trabajo final Integrador, antes de llevarse su Certificado de Gastronomía y Alta Cocina.

Dos años comprimidos en un tiempo real de 720 horas exactas que bien podrían resumirse en apenas tres letras, pero con mayúsculas de excelencia: IGA.

Redacción/Investigación:Franck Armas/Pab Ven/ Fuente: Institucional.