El mago del arte óptico Carlos Cruz Diez cumple 95 años en medio de una creciente vigencia potenciada por la diáspora venezolana que hizo de su “ Cromo interferencia de color aditivo» en el Aeropuerto de Maiquetía, un emotivo símbolo de la desintegración familiar.

El celebrado artista plástico franco-venezolano, nacido el 17 de agosto de 1923 en Caracas, cultivó su vocación artística desde la niñez, una mezcla de pasión por el arte y fascinación por el color que germinó entre los reflejos vítreos de una pequeña fábrica de botellas de gaseosas de su padre.

Estudió en la Escuela de Bellas Artes de Caracas, trabajó como ilustrador y diseñador gráfico y en los años 70 abandonó Venezuela para instalarse en París, ciudad donde reside y crea. Reconoce que la eligió porque en los años 60 y 70 rebosaba creatividad y se podía medir con sus contemporáneos, mientras que en Nueva York las obras sólo se compraban y coleccionaban.

Cruz-Diez, quien se define como un «investigador del color», dedicó 50 años de su vida al estudio del efecto del color a través del movimiento, la luz y los efectos ópticos, investigación que aportó nuevas formas de conocimiento sobre el color y amplió el universo perceptivo.

Su obra se inspiró en los trabajos de los venezolanos Francisco Narváez y Héctor Poleo, aunque reconoce que el escultor de arte cinético Alejandro Otero fue su maestro más importante

Sus creaciones forman parte de colecciones permanentes de museos de talla universal como el MoMA de Nueva York, el Tate Modern de Londres o el parisino Centre Georges Pompidou, pero es quizá en su Caracas natal donde han impreso y elevado su estilo moderno identificado como «color en movimiento».

A lo largo de la capital venezolana se pueden encontrar obras del artista al aire libre, que exponen mayormente tiras de colores que se alejan entre sí, dentro de un decorado urbano. Un ejemplo es la emblemática obra del Aeropuerto Simón Bolívar realizada en los años 79 que ha sufrido un continuado deterioro, al tiempo de mutar como como telón de fondo de los emigrantes.

REDACCIÓN PABVEN/ FUENTE: DPA