Al joven venezolano Alberto Caballero le vino a la mente un viejo refrán familiar que servía de consuelo ante la falta de un carro y la posibilidad de llegar a Roma preguntando, a bordo del “Carro de Fernando, un ratico a pie y el otro caminando”.
Así que no lo pensó dos veces. Abrazó a su perra “Cholita”, entusiasmó al resto de la familia y emprendió una caminata de 60 días que coronó en Ecuador.
La primera escala culminó en un albergue temporal en la frontera entre Colombia y Venezuela, donde recibieron a la familia el pasado 31 de mayo, junto a «Cholita» que fue llevada al veterinario.
Y es que el largo trayecto “a pata limpia” provocó algunas heridas en las patas, a pesar de que se turnaban para cargarla de vez en cuando, debido al cansancio y los pequeños zapatos de tela y caucho que le diseñó Alberto.
El veterinario Yasser Ali curó las heridas, atendió un cuadro de desnutrición moderado que presentaba, una hernia que le localizó y la desparasitó.
Increíblemente, la hazaña familiar de llegar a Ecuador a pie pasó a segundo plano. “Cholita” es la protagonista, el eje de una historia donde «El amor es una fuerza motivador que nos mantiene en pie a pesar de la adversidad; el amor a Dios, el amor a la familia y hasta el amor por los animales”.
“Una relación sin condiciones donde la cachorra soporta para no perder a su familia, su familia la carga en brazos para corresponder a su lealtad y juntos nos enseñan que a pesar del dolor, la pérdida y el rechazo siempre habrá en el mundo alguien capaz de darlo todo por nosotros», escribió Caballero.
Edición/Redacción:PabVen/Con información y Foto: Crónicas de Chile