Un médico caraqueño en el Club de los Nobel

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Con nombre de cantante exitoso y apellido de triunfador, el médico caraqueño Luis Miguel Vence ya tiene la clave de ingreso al exclusivo club de los Nobel de medicina. Con su aporte, el equipo liderado por James Allison obtuvo el premio correspondiente a la edición 2018.

El joven médico, adicto a las tortillas mexicanas, coordina uno de los cuatro grupos que a su vez supervisa Allison. Tiene a su cargo un equipo de 20 personas que trabajan día y noche para ganarle la batalla al cáncer y más de una vez lo han logrado.

Vence se enfoca en el estudio de los tumores sólidos; un patólogo estudia los exámenes; un especialista los tumores líquidos y el último trabaja con otros tipo de cáncer.

Explica el venezolano que el problema radica en que el cáncer es parte del cuerpo humano, muta y sus células proliferan rápidamente. Por diferentes razones se vuelven en contra de la persona que los alberga.

La genialidad de la aproximación de Allison y su equipo es que la cura se buscó en el sistema inmunológico hasta dar con el enigma. Se trata de “soldados defensores” que combatan a las células cancerosas porque las reconocen como propias.

Luis Miguel reconoce que se afincó en la investigación en honor a su padre y a un hermano que perdió por problemas renales. Él, que recibió un trasplante de riñón de una prima, se reincorporó a la investigación hace menos de un mes y sobrevivió al impacto de la noticia.

Las recompensas parecen formar parte de su agenda. Tercero en las olimpíadas matemáticas del Cenamec. Beca Gran Mariscal Ayacucho -en 1990. Postdoctorado en Harvard y un contrato en el MD Anderson Cancer Center de Dallas, donde recibió la buena nueva.

De su ciudad recuerda la magia luminosa del Cerro Ávila como un lienzo de colores. Por eso se lo trajo en una foto que acompaña con el himno “La Sultana” de Ilan Chester,  cuando la contempla.

Vence, quien se une al inmunólogo venezolano Baruj Benacerraf en el «Club Nobel, se inclina por la palabra esperanza en solidaridad con sus compatriotas. Y mire usted que sí sabe de eso.

REDACCIÓN PABVEN/ FUENTE: EFECTO COCUYO.

 

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