Nicolás Maduro hizo pública su preocupación ante el crecimiento exponencial de la pandemia y a un nuevo intento de magnicidio por parte del colombiano Iván Duque, esta vez con el uso de expertos francotiradores.

Con respecto de la pandemia, la preocupación la deslizó al exigir a los obispos venezolanos que reciban en sus iglesias y conventos a personas con coronavirus, lo que induce a admitir que las 23.000 camas hospitalarias que dice disponer desde hace varios meses, son insuficientes para contener el crecimiento exponencial de la pandemia.

El cuestionado presidente acusó a la institución eclesiástica de falta de colaboración, al tiempo que admitía la multiplicación de los casos y detallaba la flexibilización del confinamiento social.

Ante el panorama, Maduro exigió a los obispos venezolanos que recibieran en sus iglesias y conventos a pacientes con el virus.

La retórica de Maduro se apoyó en la polémica opinión del padre Numa Molina, quien días atrás sostuvo que los migrantes que están retornando a Venezuela por las trochas o pasos fronterizos ilegales, son “bioterroristas”.

-Un trochero infectado -dijo el cura en esa oportunidad – es un bioterrorista que te puede quitar la vida a ti y a tus seres más queridos. Entren por los pasos autorizados, bienvenidos a su patria pero sométanse a la cuarentena, no vengan a infectar a los venezolanos.

Los Jesuitas de Venezuela rechazaron las clasificaciones de Numa Molina, al señalar que su opinión ofende la dignidad de los venezolanos que regresan al país en condición irregular, debido a los controles desmedidos impuestos por el Ejecutivo Nacional, incluso antes de la pandemia.

Las exigencias de Maduro pecan de contradicción. Desde que se desató la pandemia, se ufanó de tener listas 23.763 camas hospitalarias para atender la emergencia, entre ellas 4.759 camas de hospitales privados y 4.000 camas de hoteles.

Según los datos del propio régimen -cuestionados por la oposición por falta de transparencia- en el país hay 15.463 contagiados por lo que no debería necesitar ningún tipo de colaboración de la Iglesia.

-Para el cierre de hoy -dijo el médico y diputado José Manuel Olivares – confirmamos que el Hospital Domingo Luciani, el Hospital Pérez Carreño y el Hospital Universitario de Caracas llegaron al tope de su capacidad. El sistema sanitario venezolano colapsó en plena pandemia.

Redacción/Edición: PabVen/Con información de Sumarium/Foto Referencial: Descifrado