Tras el anuncio del cierre de operaciones de Directv Venezuela, se inicia otra batalla comunicacional para dar con el culpable de que 2 millones usuarios de usuarios no cuenten con la última señal democrática que quedaba en el país suramericano.

La decisión del gigante comunicacional  AT&T convierte el 19 de mayo de 2020 en un hito en la historia de la televisión libre , sólo comparable con el cierre de Radio Caracas Televisión, el 28 de diciembre de 2006 por una orden ejecutiva de Hugo Chávez.

Como en aquélla oportunidad, el cierre desencadenó uno de los más largos y estruendosos cacerolazos que se hayan escuchado en Caracas, según los usuarios de las redes.

La transnacional explicó que no puede cumplir al mismo tiempo los requisitos del régimen de Nicolás Maduro y las sanciones impuestas por Washington al país latinoamericano.

Las sanciones del Gobierno de Estados Unidos a Venezuela prohíben la transmisión de los canales alineados con el régimen Globovisión y PDVSA, pero son requeridos por la licencia de DIRECTV para proporcionar el servicio de televisión por pago en Venezuela.

La empresa señaló que es imposible cumplir con los requisitos legales de los dos países y por ello se vio obligada a cesar sus operaciones locales.

El interino Juan Guaidó señaló que el cierre de Directv es otra consecuencia de la usurpación del poder, por parte de una dictadura apoyada en el narcotráfico y la violación de derechos humanos.

En materia de propaganda política en Venezuela, una noticia se usa para ocultar otra,  por lo que es razonable pensar que Miraflores se ejercita en una nueva rutina para redireccionar la culpa hacia las sanciones del imperialismo yanqui.

En esta ocasión, el final de la televisión democrática deja atrás la invasión de los buques cisternas iraníes, los apagones, la cuarentena y hasta la falta de gasolina que obligaba a los venezolanos a quedarse en casa para ver Directv.

Redacción: PabVen/Fuentes:AT&T/Foto: Sumarium