La crisis de los tanqueros iraníes hacia Venezuela escala hacia niveles globales, luego de la solicitud de cooperación internacional del presidente interino Juan Guaidó para impedir el arribo del convoy petrolero.

Guaidó pidió ayuda  internacional a través de su ministro consejero de la embajada en Estados Unidos, Gustavo Marcano, por ilegal y porque forma parte de las operaciones narcoterroristas de Maduro.

En medio de las denuncias de EEUU sobre el aumenta la cooperación de Irán con la dictadura de Maduro para ganar territorio en América Latina, el gobierno iraní advirtió con serias consecuencias  a la administración Trump, si impedía atracar a los buques cisternas.

-El ingreso de barcos de Irán a territorio venezolano -puntualizó Marcano- no está autorizado por la Asamblea de Venezuela.  La región debe cooperar con el gobierno legítimo de Venezuela para impedir que estos barcos ingresen al país.

Se cree que las naves transportan gasolina y productos similares valuados en al menos USD 45,5 millones, en lo que representa parte de un acuerdo entre las dos naciones sancionadas por Estados Unidos.

El envío iraní es una respuesta desesperada a la petición de Maduro para aliviar una malograda refinería en medio de una escasez de gasolina, síntoma del caos económico y político que afecta al ex primer productor de petróleo de América Latina.

Más que solidaridad, jos buques representan una forma de recolectar divisas para la teocracia chiita y una vía de presión sobre Estados Unidos, cuyo presidente Donald Trump ha liderado acciones concretas contra ambas naciones.

El movimiento estratégico iraní abre  la posibilidad de una nueva confrontación entre la República Islámica y Estados Unidos, más allá del Golfo Pérsico, donde ya hubo incidentes.

Una cuenta regresiva al estilo de la crisis cubana de los misiles, en tiempos de coronavirus.

Redacción: PabVen/ Fuente: Infobae/ Sumarium/ Foto: elmercurioweb.com