Con la excepción de Venezuela debido a la escasez de alimentos, este sábado se celebra en todo el mundo el Día Mundial de la Arepa, el más emblemático de los platos del país suramericano.

La fecha es un homenaje al alimento a base de harina de maíz, caracterizado por la versatilidad de sus rellenos o como substituto del pan para acompañar cualquier comida.

Hoy amenazada por la crisis, la esta modalidad de pastel con partida de nacimiento venezolana, emigró con la diáspora y se regó por todos los confines del planeta.

Esa proyección pudiera posicionarla unto a los tacos o la pizza, como un plato global, gracias a la publicidad gratuita de unos ocho millones de embajadores.

La arepa es la cédula de identidad gastronómica del venezolano, hasta el punto que Susana Rafalli,  la experta en seguridad alimentaria de la organización Cáritas, afirma que un gobierno que no puede honrar la arepa no puede dirigir Venezuela. Cambiar la arepa es acabar con lo que somos, sentencia.

Quizás lo más paradójico de esta celebración es que para hacerle honor habría que ser emigrante, pues el venezolano renunció a sus desayunos y almuerzos más comunes , no sólo por falta de harina de maíz, sino de los productos usados para rellenarlas.

Los venezolanos que aún  resisten o no pueden emigrar, se limitaran el Día Mundial de la Arepa a tertulias pro defensa del origen venezolano de tan vernáculio “pan de maíz”, ante lo que consideran una pretensión colombiana de adjudicarse su origen, una discusión tan sana como la cuna argentina o uruguaya de Gardel.

PabVen/Fuente:Redes Sociales/Foto Cortesía Fernando Scorcia