Un apagón nada imperialista ni opositor

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Según el régimen, el segundo apagón con cobertura nacional no fue culpa de la oposición, ni del imperio. El lacónico anuncio de Corpoelec, sin respaldo técnico, reiteró lo obvio:  el nuevo sacudón energético nacional lo causó “un evento en el sistema eléctrico.

Venezuela vivió otro capítulo cercano al agujero negro de la electricidad. El 7 de marzo de 2019 se registró un apagón total de cuatro días, el peor en la historia venezolana.

Esta vez, 12 estados sufrieron fallas eléctricas, luego del reporte ciudadano de una presunta explosión en el cerro El Ávila. La capital venezolana y al menos 12 de los 23 estados del país experimentaron en la noche del lunes severos cortes de energía.

Tiempo después del mensaje, Corpoelec indicó que el personal de la empresa logró recuperar más de del 90% de las cargas afectadas en la capital venezolana.

El servicio eléctrico en sectores de Caracas y varias otras ciudades del centro y occidente del país se reanudó. Otras continuaron sin energía más de dos horas después.

El corte afectó a Caracas y los estados Aragua, Barinas, Carabobo, Falcón, Guárico, La Guaira, Lara, Miranda, Mérida, Portuguesa, Táchira y Zulia.

La ONG Netblocks, que monitorea la censura en Internet desde su cuartel general en Europa, dijo que las sucesivas fluctuaciones de energía registradas en Venezuela desde las 10 de la noche, afectaron a “la mayoría de los estados” del país.

El periódico El Nacional reseñó el reporte de los usuarios sobre una presunta explosión en El Ávila minutos antes de las fallas eléctricas en Caracas.

Los apagones, al igual que en Cuba, forman parte de la cotidianidad venezolana. El régimen de Maduro los atribuye generalmente al imperialismo yanqui y a la oposición, a quienes acusa de sabotear y atacar lo que queda del sistema eléctrico nacional.

Los expertos sostienen que las fallas son consecuencia de una administración corrupta e incapaz que se traduce en la falta de mantenimiento del sistema eléctrico nacional.

Las centrales termoeléctricas de respaldo en caso de fallas en la generación o transmisión de  Guri, están a un paso de la ruina.

Redacción/Edición: PabVen/ Fuentes: Infobae/Sumarium/El Nacional/Foto: Infobae

Informe Especial Venezuela

Homeopatía chavista

El gobierno británico prohibió la prescripción de medicamentos homeopáticos (Foto: Cortesía La Tercera)

El régimen bolivariano anunció la aplicación de medicamentos homeopáticos en pacientes con coronavirus. El ministro de Salud Carlos Alvarado, confía en un tratamiento contrario al de la medicina académica, sin pruebas concretas en los casos de Covid-19. Argumenta que la  homeopatía es barata y de alcance masivo.

El anuncio surge en medio del aumento de casos de coronavirus y contra todas las evidencias y decisiones tomadas por otros países para hacerle frente a la pandemia.

El comité terapéutico nacional del gobierno insistirá en su patrón de tratamiento de manera precoz, a base de cloroquina y caletra, una combinación de dos antivirales, además de interferón para pacientes con PDR positiva y sintomáticos-

A la par, el régimen suministrará medicinas alternativas y tratamientos homeopáticos, reconocidos por Cuba e India, al inicio de la pandemia.

En contra de las advertencias de la OMS, el gobierno aplicará Prevengho-Vir, unas gotas sublinguales que, según los especialistas cubanos, incrementan las defensas humanas ante enfermedades virales e infecciones respiratorias.

En 2006, The Lancet, publicó un editorial titulado  “El fin de la homeopatía”, donde sentencia que la alternativa fue una pérdida de tiempo y dinero durante dos siglos. En USA, los productos homeopáticos están obligados a etiquetar que no gozan de respaldo científico.

Maduro, confía en la “combinación de la medicina occidental con la medicina tradicional venezolana, latinoamericana y mundial”, y se mostró entusiasmado por un reportaje en la TV china, sobre la combinación de la medicina alopática con la tradicional y la comparó con la medicina tradicional de raíz indígena, y africana.

El oscuro túnel de la oposición

Foto: Más Libertad

Para el internacionalista y experto en política venezolana y latinoamericana Dimitris Pantoulas, la oposición venezolana transita por un túnel con cuatro canales;  sin iluminación en lo que queda de trayecto y sin un farol que alumbre la salida.

Todas lucen intransitables: manifestaciones, negociaciones, elecciones y presión internacional. Incluso el atajo de las intentonas militares con aire desesperado resultó un camino enlodado e intransitable. Salvo el masivo reconocimiento internacional, nada parece funcionarle a la oposición, ni a su líder

Al final del túnel, la encrucijada de las elecciones legislativas del próximo 6 de diciembre con un árbitro nada confiable y condiciones muy turbias.

El internacionalista considera que, en 2020, la oposición venezolana “se queda en un callejón sin salida porque todas las opciones que tenían ya no están sobre la mesa”.

Mientras Guaidó insiste en una presión internacional sin garantías para sacudir al chavismo del poder, cobra terreno una alianza con Europa para negociar una salida pacífica con Maduro sentado a la mesa.

Sin embargo, la opción coexiste con un sector que pide una intervención militar de EE.UU., una alternativa que, para sorpresa, gana fuerza con el paso de los meses, pese a la indiferencia de Trump.

A la oposición le quedan unos 5 meses para rediseñarse y enfrentar a un presidente que se siente poderoso. A la oposición le corresponde encender las luces y transitar el carril más adecuado.

Redacción/Edición: PabVen/Fuente: Sumarium/Infobae/ Foto: Institucional

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