El país de los abuelos sin nietos

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Una de las más sensibles consecuencias de la indetenible diáspora venezolana, es la de de un país que en 20 años de socialismo contemporáneo creó una nueva categoría de abuelos que se quedaron sin nietos o que les acarician la cabeza a través de Zoom porque sus hijos se ganan la vida en otros países del mundo.

Se dice que los abuelos son magos que, sin trucos de por medio, son capaces de visualizar los más inolvidables recuerdos para sus nietos.

En otras palabras, son los pasos de las generaciones futuras, a pesar de que apenas entran por la puerta, la disciplina, con todas sus normas, sale en estampida por la ventana.

Hay que aclarar que la mayoría de los abuelos que se quedaron no tienen el recurso Zoom de la magia moderna, tampoco poseen pasaportes y mucho menos recursos para visitar a los nietos, porque lo poco que tienen no les alcanza ni siquiera para las medicinas, y los abuelos que aún tienen a sus nietos al pie de la mecedora, es porque los padres no contaban con dinero suficiente para llevarlos cuando migraron.

Y es que la inédita ola migratoria de los últimos años, generada por la tragedia política y económica venezolana, trajo cambios demográficos radicales que hicieron de Venezuela un país de viejos y niños que presagia, más allá de los dramas familiares, las más terribles consecuencias para el desarrollo futuro del país.

Podría decirse que a Venezuela se le extraviaron máqs de cutro millones de habitantes que redujeron su población a la de hace 10 años, es decir, habitantes perdidos que redujeron la población a la de hace 10 años.

Según la ONU, Venezuela es el país del mundo que más población ha perdido en los últimos cinco años, incluso más que Siria, que está sumergido en una guerra civil.

Pero lo mas sorprendente es que somos el único estado de América Latina en perder habitantes en la última década.

Ese fenómeno, sumado al de la drástica reducción de los nacimientos, la disminución de la esperanza de vida a tres años y la mortalidad infantil está contribuyendo al envejecimiento prematuro de la población.

En resumen, Venezuela es hoy un país de hogares de una sola persona, generalmente encabezados por mujeres o que quedaron en manos de abuelos que también se quedan sin nietos, porque sus padres, apenas se estabilicen los recuperarán.

En fin, somos una hermosa casa habitada por ancianos y niños que por ahora cuentan con esos seres especiales que según Alex Huley son los únicos capaces de rociar polvo de estrellas sobre la vida de los pequeños.

Redacción: PabVen/Con información: EFE/Foto: contrapunto.com

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