Aunque la esclavitud suene a cosa del pasado, el servicio de unas personas a otras bajo condiciones denigrantes que atentan contra la libertad individual es un hecho que toca muy de cerca a muchos de los migrantes que huyen de la tragedia venezolana.
Y si bien en el siglo XXI ha cambiado la forma, el métoodo es el mismo, la vulneración de los Derechos Humanos de más de 40 millones de personas que viven bajo la injusta y cruel condición de «esclavos modernos»
Con toda razón, el escritor uruguayo Eduardo Galeano recuerda que “Ya los barcos negreros no cruzan el océano, porque los traficantes de esclavos operan desde el Ministerio de Trabajo, con Salarios africanos, precios europeos.”
El asunto es tan grave que, según el Índice Global de Esclavitud, en la actualidad más de 40 millones de personas se convirtieron en «esclavos modernos», en otras palabras, ciudadanos de carne y hueso que fueron obligadas a trabajar en condiciones infrahumanas sin posibilidad de oponerse debido a las amenazas y el abuso de poder.
En nuestro caso, más de veinte de cada 100 migrantes que huyeron a Trinidad y Tobago, Panamá, República Dominicana, Costa Rica y Guyana, han trabajado sin recibir ninguna remuneración o fueron retenidos contra su voluntad desde que salieron de Venezuela.
En términos porcentuales, la Organización Internacional de Migraciones registró formas de esclavitud moderna en 21% de los 4.600 venezolanos encuestados en esos paises países.
El terrible dato, aportado por un informe de la Universidad Católica Andrés Bello, revela además, que los migrantes venezolanos son blanco fácil de reiterados abusos laborales que les convierte en esclavos modernos del siglo XXI.
La investigación, realizada por el Centro de Derechos Humanos de la UCAB bajo la dirección de la abogada y profesora Eume Moya, retrata el calvario de padecimientos a los que son forzados los migrantes venezolanos y su vulnerabilidad.
El documento incluye información de venezolanos llevados al exterior bajo engaño, mayormente contactados por las redes sociales, donde les ofrecen empleos de cuidadores, atención al cliente, o brindarles estudios de idiomas u otras áreas en el extranjero, pero al salir del país la realidad es otra.
Entre las principales causas de la esclavitud moderna que crece con el aporte venezolano se encuentra la pobreza, que vuelve más vulnerables a las personas que la sufren, especialmente a la infancia.
Así que a por lo menos dos o tres de cada 10 migrantes terminarán en labores de setvidumbre, trabajo forzoso, explotración sexual, trata de personas o trabajo infantil.
En fin, un panorama que nos acerca a otros tiempos donde la esclavitud era una actividad generalmente aceptada, un momento de la Historia en que, Simón Bolívar, cuya familia tambien contaba con esclavos, profetizó como un mandato a los venezolanos que huyeran del país donde uno solo ejerce todos los poderes, porque se trata de un país de esclavos
Redacción: PabVen/ Con información y foto: El Estímulo /UCAB
