Este viernes se conmemora el Día Mundial de la Asistencia Humanitaria, declarado por la Asamblea General de las Naciones Unidas en relación con el día del ataque al complejo de las Naciones Unidas en Bagdad el 19 de agosto de 2003, en el que murieron 22 ciudadanos, incluido el Representante Especial del Secretario General para el Iraq, Sergio Vieira de Mello.

Desde entonces, casi 5000 trabajadores humanitarios fueron asesinados, heridos o secuestrados, y en la década de 2010-2019 hubo un aumento del 117% en los ataques con respecto a 2000-2009.

Se destaca la importancia que tienen los trabajadores humanitarios y el personal de respuesta sanitaria, más aún cuando se lucha contra la pandemia del Covid-19 y una creciente desnutrición en zonas más vulnerables.

El papel de este sector social es totalmente fundamental. Desde las propias personas afectadas -siempre las primeras en responder cuando se produce una catástrofe- hasta la comunidad global que las apoya mientras se recuperan, se unen para aliviar el sufrimiento y brindar esperanza.

Según datos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), el 2021 fue el año con más violencia y con necesidades humanitarias récord.

El personal humanitario sufrió: 483 ataques, 125 muertos, 234 heridos y 124 secuestrados. Ante esto, la conmemoración de 2022 tiene como objetivo aumentar la apreciación global de ellos, ya que «se necesita de toda una comunidad para apoyar a una persona en una crisis humanitaria».

También están sometidos a desafíos sin precedentes, soportando restricciones de movimiento inauditos, insuficiencia de recursos, y muy a menudo arriesgan su propia vida para salvar la de los demás.

Edición:Franck Armas/Fuente y Foto:diainternacionalde.com