El renacido número dos del chavismo Diosdado Cabello hizo una breve aparición virtual, huérfana de imagen, de mazo y de su voz habitual, pero plena de argumentos para demostrar que en realidad se trataba de él.

El toque técnico se produjo durante una reunión a distancia del PSUV, a un mes de reconocer ante las cámaras que tenía COVID-19.

Lo que se escuchó sembró dudas, porque sin el apoyo de una imagen en los tiempos que corren, una entonación tan diferente despierta sospechas.

Le dijo a Maduro que el tiempo de sobra le hizo revisar algunas cosas, en especial la estrategia del chavismo de cara a los comicios legislativos del 6 de diciembre, cuyos resultados ya se conocen.

Entre lo revisado en cama, seguramente figuró la relación con el jefe, a quien trató de “usted”, vocablo poco común entre revolucionarios que prefieren el cubanísimo “compañero”.

El reposo obligado también sirvió para justificar el trabajo partidista, cuando recordó que antes de la pandemia el PSUV llevó su mensaje electoral a más de 11.200.000 electores, un dato que luce irrelevante en un juego que ya ganaron por forfait.

Sus anuncios se diluyeron ante la noticia de verdad, la duda razonable de los venezolanos que juzgaron en las redes un léxico, timbre, entonación y ritmo que no se corresponden con el Diosdado analógico.

Maduro tuvo que aclarar: que si la dura batalla de Diosdado contra la Covid-19 , que si su ronquera y, lejos de transmitir credibilidad, logró lo contrario, al  sembrar más dudas entre los internautas.

 Más pertinente hubiese sido que Cabello hiciera click en la función video llamada, en vez de pulsar el telefonito del smart phone.

Redacción/Edición: PabVen/Con información de EFE/ Foto cortesía Noticiero de Venezuela