Venezuela es un tubo de ensayo para China y Rusia

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El disputado gobernante Nicolás Maduro oficializó la transformación de Venezuela en un gran tubo de ensayo de laboratorios rusos y chinos, con la incorporación de miles de voluntarios para la aplicación experimental de una vacuna desarrollada por China.

Aunque no precisa, Maduro asegura que una de las 4 vacunas chinas que avanzaron a la tercera fase, comenzará a ensayarse en breve. 9 vacunas se encuentran en esa fase en todo el mundo.

La vacuna rumbo a Venezuela estaría entre las de Sinovac, Sinopharm, el Instituto de Productos Biológicos de Wuhan y la de Cansino Biologics, que comenzó a usarse a finales de junio en el Ejército chino.

Maduro no aportó pistas sobre la decisión pero confió que una de ellas estaría en el mercado, de manera gratuita, a mediados antes de finalizar el año 2021.

La iniciativa rusa

Venezuela ya cuenta con el primer lote con 2.000 dosis de la rusa Sputnik V, recibida con recelo por la comunidad científica internacional, debido la velocidad de los ensayos y la escasa información sobre el fármaco.

La Organización Mundial de la Salud y varios países de Occidente advirtieron que no hay forma de saber que es segura.

Paradójicamente, Miraflores ofreció a Rusia la capacidad tecnológica de una planta de vacunas de la Universidad Central de Venezuela, la casa de estudios más importante de Venezuela, objeto de la represión reiterada del régimen.

Como el histórico satélite Sputnik, la vacuna de Putin vuela, quizás con el objetivo de apuntalar el prestigio nacional y la economía por encima de la rigurosidad científica y la seguridad de los voluntarios.

Moscú asegura que recibirá el Año Nuevo con la distribución de la Sputnik, aunque una reciente investigación en Nature alerta sobre el riesgo que corren los vacunados debido a la prisa.

Redacción/ Edición: PabVen/ Con información: EFE/ Foto: Infobae

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